¿Qué es el cannabis? ¿Qué efectos tiene? ¿Es tan inocuo como algunos quieren hacer ver? Contestamos en el podcast The Wild Project #264 de Jordi Wild.
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Transcripción:
Vamos con el cannabis. O sea, ¿el cannabis exactamente qué es, qué hace y es tan inocuo como algunos quieren hacer ver o no?
Vale, no lo es. Ya te lo adelanto.
Vale, ya está. Bueno, pues vamos al siguiente…
No, no, no, a ver. Todo tiene sus matices. El cannabis tiene usos terapéuticos muy importantes y también tiene usos recreativos que pueden ser relativamente seguros para la mayoría de gente. No nos engañemos, no todo es maravilloso. El cannabis es una planta, generalmente el cogollo de la parte floral de la Cannabis sativa. Es una planta bastante fácil de encontrar en cultivo ilegal y también en algunas regiones de la India, si no me equivoco.
Lo que tiene es que tiene varios principios activos. El THC (tetrahidrocannabinol) es responsable de la mayoría de los efectos psicoactivos de la planta, es decir, de lo que nosotros notamos cuando fumamos: ese cambio perceptual, esas sensaciones. Luego tiene CBD (cannabidiol), que es un modulador fundamentalmente de los efectos del THC. El CBD tiene muy poco efecto psicoactivo en sí mismo, pero cuando está acompañado del THC cambia mucho el efecto que tiene este último.
Todas estas sustancias actúan sobre el cuerpo, no solo sobre el cerebro. En el caso del cannabis, todos tenemos un sistema endocannabinoide que está conformado por receptores CB1, CB2 y otros receptores que se activan cuando aparecen estas sustancias. De hecho, tenemos cannabinoides endógenos, como la anandamida, que actúa de manera similar al cannabis, aunque con menos potencia. Este sistema cumple muchas funciones diferentes en el cuerpo, incluyendo el sistema inmune, que tiene bastantes receptores cannabinoides. De ahí viene el uso terapéutico del cannabis, porque somos capaces de modular ligeramente el sistema inmune con el uso de cannabinoides exógenos como el THC o el CBD.
Esta sustancia, cuando se consume en forma de hachís o de flor, es una combinación de estos dos principios activos. Según la cantidad de uno o de otro, vamos a tener efectos más relajantes o más estimulantes. Por ejemplo, las marihuanas con más CBD suelen ser más relajantes y ansioliticas, mientras que las marihuanas con más THC tienden a tener un efecto más psicodélico, alterando la percepción de la música, los colores, etc.
Los peligros del cannabis para la salud mental son relevantes. A nivel fisiológico, tiene impactos pero no son riesgos inmediatos para la vida. Una sobredosis de cannabis no es letal, aunque puede ser muy desagradable, causando taquicardias o bajadas de tensión. Sin embargo, el problema más significativo es que puede desestabilizar a nivel cognitivo y, en personas con predisposición, puede desencadenar episodios psicóticos.
El consumo crónico puede dañar la memoria y la concentración, aunque hay investigaciones que indican que estas facultades pueden recuperarse si se abandona el consumo durante un tiempo prolongado. Sin embargo, el cannabis moderno ha sido manipulado para tener concentraciones de THC más altas, lo que lo hace más potente y potencialmente más peligroso.
El problema más grave es el consumo en edades tempranas, cuando el cerebro aún está en desarrollo. El consumo de cannabis puede provocar que una persona joven con predisposición tenga su primer episodio psicótico, lo que tiene un impacto significativo en su vida. En resumen, el cannabis puede ser relativamente seguro para adultos que lo usen de manera moderada, pero el consumo habitual en jóvenes puede tener consecuencias graves para la salud mental y el desarrollo cognitivo.
El consumo de cualquier droga legal o ilegal es una actividad de riesgo y está totalmente desaconsejado, pero si decidieses hacerlo: infórmate bien sobre la sustancia, su duración, sus efectos o su dosificación y analiza en servicios de reducción de riesgos como el de Energy Control (España), Kosmicare (Portugal) o Échele Cabeza (Colombia).
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