Las Drogas Psicodélicas como terapia – The Wild Project #264

Las Drogas Psicodélicas como Terapia. ¿Qué se puede hacer? ¿En qué punto nos encontramos? Contestamos en el podcast The Wild Project #264 de Jordi Wild.

Ver podcast completo aquí.

Transcripción:
Los psicodélicos, que son los que suelen tener efectos rápidamente más fuertes porque son muy impresionantes, no de visiones ni de oír cosas. Tú dices que estás seguro de que son los que primero se van a usar y ya se están empezando a usar. De hecho, ya se han autorizado en algunos países, o sea, ya está en movimiento. Ya se está moviendo la bola. De hecho, en España ya puedes recibir psicoterapia con psicodélicos en un hospital público.

Exactamente, ¿para qué tipo de dolencias mentales funcionan y cómo se administran? ¿Es solo el LSD o son derivados de DMT? O sea, ¿cómo funciona y qué es? Pues mira, se utilizan fundamentalmente. De hecho, aquí en España están casi todas. A día de hoy, las más avanzadas en investigación. Por un lado, tenemos la ketamina, que estaría aquí en los disociativos, que, como he dicho antes, a dosis altas tiene efecto psicodélico. La ketamina ya está autorizada en la Unión Europea y en Estados Unidos para el tratamiento de la depresión. De hecho, se utiliza como un antidepresivo, pero no se usa igual que un antidepresivo. Cuando una persona, por ejemplo, ha tomado antidepresivos clásicos, los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina, y no ha respondido bien a ellos, es decir, lo que se llama un paciente resistente a tratamiento, que ya ha estado en terapia y ha tenido varios intentos terapéuticos fallidos, ese paciente puede acceder a psicoterapia asistida con ketamina en un hospital o en una clínica.

Eso ya está autorizado. Ya se puede hacer en hospitales públicos en Barcelona. Hay un montón de hospitales que lo hacen, y en Madrid también hay clínicas privadas para pacientes resistentes al tratamiento. O sea, cuando lo convencional no les ha funcionado, pueden acceder a esto, y se utiliza sobre todo para la depresión. Ahora bien, el resto de psicodélicos que están viniendo detrás ya están muchos de ellos en fase tres de investigación. La fase tres es la última fase de investigación antes de que se autorice para uso médico general una sustancia. Por ejemplo, la psilocibina está en fase tres en muchos países. De hecho, aquí en Europa creo que ya está en fase tres, y eso es el último punto para el tratamiento fundamentalmente de la depresión. Hay una empresa que se llama Compass Pathways que está llevando a cabo los ensayos clínicos y ya la tiene muy cerca de la autorización médica. Estamos a lo mejor a uno o dos años de que se autorice para uso médico.

Como he dicho anteriormente, la psicoterapia con psicodélicos no es que tú vayas a la farmacia y compres el psicodélico y te lo tomes todos los días como hacemos ahora con los antidepresivos. No, tú vas a una clínica u hospital, el médico te hace un cribado para ver que no tengas trastornos latentes importantes, como la psicosis, que puedan verse agravados. Claro, esto hasta cierto punto no se puede asegurar al 100%, pero hay bastante precisión a la hora de detectar. Tanto es así que en toda la ola moderna de investigación con psicodélicos, en la que se han administrado muchos psicodélicos a muchas personas, todavía no ha habido ni un solo caso de esquizofrenia que salga a raíz de ello. Se tiene bastante bien controlado ese tema, pero la garantía al 100% no existe en nada en farmacología. Nunca hay una garantía del 100%.

Entonces, se prepara la sesión, se le administra la sustancia siempre en un lugar controlado bajo la supervisión del terapeuta, y cuando a la persona se le pasa el efecto, se va a su casa, duerme y en los días siguientes se hace la fase de integración. Eso es un poco más agresivo que tomarse un antidepresivo en el sentido de que con un antidepresivo, con un ansiolítico, no te altera la consciencia. La gente se lo toma como una medicación más para ver si con el tiempo se soluciona el problema. Esto, en cambio, es enfrentarse a otro tema. Para mucha gente mayor, tener que hacer una introspección donde está viendo visiones puede ser un shock absoluto.

Efectivamente, hay que hacer una buena campaña de comunicación para que se entienda en qué consiste y que la gente no piense que van a vender éxtasis o psilocibina en la farmacia. Estamos hablando de que los hospitales la van a poder usar siempre en sus instalaciones. Nunca te la va a administrar un médico o un terapeuta, ya que eso depende de la regulación que se apruebe con respecto a esto cuando la Agencia Europea del Medicamento apruebe su uso. Eso se permitiría tanto en sanidad pública como privada. De hecho, a día de hoy la ketamina está permitida tanto en pública como en privada. Tú puedes ir al hospital. De hecho, lo que se ha autorizado no es ketamina como tal, sino esketamina, que es uno de los enantiómeros. Sabes que las moléculas tienen dos enantiómeros; uno es el S y el otro es el R. En este caso, la S, la esketamina aislada, se utiliza para la depresión, y tú puedes ir a un hospital público si has tenido una diagnosis de depresión que no ha respondido a tratamientos convencionales y te puedes someter a esto.

¿Qué ventaja tiene esto frente a lo convencional? Tenemos una epidemia de salud mental en Occidente, fundamentalmente depresión, ansiedad, estrés postraumático y adicciones, que son las cuatro en las cuales funcionan muy bien los psicodélicos. En estas cuatro parece que funcionan muy bien, pero todavía no podemos afirmarlo hasta que no esté concluida toda la investigación, aunque apunta que va a funcionar bastante bien. Los tratamientos convencionales no funcionan en muchas personas. En algunas sí funcionan, y fantástico, no hace falta que lleguen a tomar un psicodélico, pero hay quienes no responden bien a ellos: pacientes crónicos, pacientes resistentes al tratamiento que no acaban de mejorar.

Ahí es donde esto puede ser interesante. Primero, porque cuando esto funciona, que no siempre funciona, no es una panacea, pero cuando funciona normalmente es una intervención puntual de unos pocos días que tiene resultados duraderos. Es decir, la persona no tiene que seguir yendo a terapia ni tomando nada.

Sí, justo en mi caso. O sea, yo podría no haber vuelto a tomar nada en mi vida, o eso creo, no lo sé todavía. El caso es que es un antes y un después. Claro, no es como en terapia que estás años yendo. Muchas personas del mundo de la investigación conciben la psicoterapia asistida con psicodélicos como una psicoterapia convencional condensada en un breve espacio de tiempo. Por ejemplo, Timothy Leary, uno de los grandes iconos de la contracultura en Estados Unidos, decía que en cinco horas de experiencia con psilocibina había aprendido más sobre psicología que en todos sus años trabajando en Harvard. Él era un profesor de Harvard y decía eso, que en una tarde había aprendido más de psicología que en toda su carrera como psicólogo.

Al final, la idea es condensar en poco tiempo una terapia que a lo mejor te habría llevado yendo al psicólogo durante semanas, meses o años, tomando pastillas todos los días, y hacer que todo eso se condense en una experiencia importante con un trabajo posterior de integración muy bien hecho, aprovechando la ventana de neuroplasticidad que se abre en el cerebro cuando una persona toma un psicodélico. Aprovechar que en ese momento el cerebro está más maleable. Al final, una psicoterapia busca que tú cambies, aunque solo sea cambiar tu forma de ver el mundo. Tienes que cambiar algo, porque si no, nunca vas a mejorar ni a salir de donde estás.

Esto parece que debería ser el primer intento y no el segundo. Veremos cómo se regula. Estamos hablando de algo que para la sanidad pública sería mucho más barato y rápido, te ahorrarías listas de espera y colas porque es de corta duración, y también problemas de dependencia. A día de hoy hay muchas personas de baja por depresión que no están pudiendo contribuir a las arcas públicas, sino que están recibiendo la ayuda del gasto público en sanidad. Dejarían de ser pacientes que sufren y podrían volver a ser personas felices, con una vida plena que producen y hacen sus cosas. Todo esto es el panorama ideal de lo que podría ser, pero ahora mismo está en fase de investigación. Tenemos muy claro por las experiencias del pasado que de la investigación al mundo real hay un trecho importante. En investigación tenemos un mundo experimental muy bien controlado, con pacientes ideales. Todo está optimizado para que funcione bien en un contexto supercontrolado. Pero luego, cuando llega al mundo real, las tasas de eficacia de los fármacos cambian con respecto a lo que se veía en la investigación.

Entiendo que esto va muy enfocado a la depresión, ansiedad, estrés postraumático y adicciones. De momento, trastorno bipolar, esquizofrenia, etc., no serían recomendables, precisamente al revés. Podría ser un problemón. Está supercontraindicado en esos casos.

¿Hay algún tipo de droga de este grupo que pueda estar indicada para esquizofrenia o trastorno bipolar? Pues mira, esta pregunta es muy interesante porque hace unas semanas, en Estados Unidos, la FDA (Food and Drug Administration) ha dado luz verde al primer estudio con una sustancia de la familia de los psicodélicos para esquizofrenia, en este caso para tratar el aislamiento social. Han buscado utilizarlo con un síntoma concreto, en personas que se ven muy aisladas, a ver si puede ayudar. Pero claro, todavía está en una fase experimental inicial. En ese sentido, no se puede afirmar que funcione, y es el único estudio a día de hoy. Las personas que tienen esquizofrenia, y es algo que yo he visto en clínica porque he estado trabajando con pacientes esquizofrénicos, cuando la esquizofrenia está controlada, es decir, cuando no hay brotes y la persona no está en un episodio psicótico, al final sufre mucho de la depresión, de ansiedad y de adicciones.

Este tratamiento podría ayudarle en estas comorbilidades, pero no en la esquizofrenia. Hay que tener mucho cuidado con las dosis, por ejemplo, una microdosis para no disparar un episodio. Claro, yo hablo de la ketamina. Ya se utiliza en muchos lugares y no dispararía episodios esquizofrénicos, pero el resto de psicodélicos sí, como la psilocibina, LSD, MDMA. Entonces, la ketamina, en ese caso, puede ser una herramienta para estas personas cuando tienen otras patologías asociadas, y no se dispara el episodio psicótico.

El consumo de cualquier droga legal o ilegal es una actividad de riesgo y está totalmente desaconsejado, pero si decidieses hacerlo: infórmate bien sobre la sustancia, su duración, sus efectos o su dosificación y analiza en servicios de reducción de riesgos como el de Energy Control (España), Kosmicare (Portugal) o Échele Cabeza (Colombia).

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