Hablamos del peligroso abuso de las Benzodiazepinas.
Una droga muy consumida con una percepción de peligro muy baja. ¿Cómo surgió? ¿Qué efectos tiene? ¿Cómo funcionan? En el podcast de Borja Bandera E35.
Transcripción:
Las benzodiacepinas son una droga muy consumida y muy prescrita, que genera muchos problemas y que muchas veces tiene una percepción de peligro muy baja. Quien más y quien menos se ha tomado una benzodiacepina para dormir.
Cuéntanos, ¿sobre qué receptores actúan y qué efecto psicoactivo tienen? Las benzodiacepinas son una familia bastante amplia que surgió para jubilar las anteriores sustancias usadas en el tratamiento de la ansiedad, que eran mucho más peligrosas: los barbitúricos. Estas sustancias eran muy potentes y estaban muy relacionadas con intentos autolíticos y suicidios. Personas como Marilyn Monroe o Elvis Presley, al consumirlas combinadas con alcohol, se exponían a un riesgo importante de depresión respiratoria, coma, broncoaspiración o muerte.
Las benzodiacepinas actúan sobre nuestros receptores GABAérgicos, que son los encargados de recibir un neurotransmisor llamado ácido gamma-aminobutírico (GABA), el cual se encarga de apagar el sistema nervioso central, relajarnos, inducir el sueño y apaciguar el cuerpo. Las benzodiacepinas potencian el efecto de este neurotransmisor al acoplarse al receptor y prolongar la apertura del canal de cloro relacionado con la activación del receptor GABA. Este canal de cloro se abre durante más tiempo, lo que hace que el efecto del neurotransmisor GABA sea más prolongado y potente.
Existen muchas benzodiacepinas, que se diferencian principalmente en sus tiempos de acción. Algunas son muy rápidas, otras duran un día o más. Por ejemplo, el Alprazolam tiene una duración corta, aproximadamente una noche (unas 8 horas). Luego tenemos el Lorazepam, con una duración más prolongada, y finalmente las más duraderas como el Diazepam (Valium), que puede durar más de 24 horas. También hay sutilezas en sus efectos: algunas son más ansiolíticas, otras más hipnóticas o relajantes musculares, aunque todas son muy parecidas y lo que realmente cambia es la duración de su efecto, lo cual está relacionado con su uso.
¿Por qué son tan adictivas? Las benzodiacepinas, como la cocaína o el alcohol, liberan muchos neurotransmisores en otras partes del cerebro. Aunque hemos hablado del efecto que tienen a nivel de una neurona, en los sistemas neuronales complejos, el efecto de una sustancia no solo se limita a una neurona, sino que impacta en otras redes neuronales. Al activar las rutas GABAérgicas, muchas veces se produce una liberación significativa de dopamina en áreas como el núcleo accumbens. Esto puede llevar a un refuerzo y recompensa del consumo, contribuyendo a la adicción.
La tolerancia también juega un papel importante: con el tiempo, el efecto farmacológico disminuye y se necesita aumentar la dosis para obtener el mismo efecto. Nuestras redes neuronales se acostumbran a la sustancia, llevando a una dependencia fisiológica. Las benzodiacepinas interfieren en circuitos que necesitamos activar naturalmente. Al sobreactivar estos circuitos, el cuerpo se acostumbra y luego es difícil activarlos sin la sustancia, llevando a la dependencia.
El problema del insomnio, para el cual se prescriben mayormente las benzodiacepinas, sobre todo en personas mayores, se complica aún más con su uso prolongado. Cuando alguien ha usado benzodiacepinas durante mucho tiempo, retirar la sustancia puede llevar a problemas de insomnio prolongados, ya que el cuerpo necesita readaptarse a funcionar sin la sobreactivación externa.
Entender estos conceptos de tolerancia, dependencia y sensibilidad es crucial para prevenir muchos problemas. Sin embargo, es comprensible que las personas recurran a estas sustancias por la necesidad de dormir o controlar la ansiedad. Nada es gratis en el ámbito de las sustancias psicoactivas, y es importante saber cuándo parar o cuándo empezar a parar.
En mi opinión, las benzodiacepinas son muy eficaces para tratar la ansiedad o el insomnio, pero su uso debería estar más restringido en el tiempo. No es que sean peligrosas per se, sino que el uso prolongado puede llevar a dinámicas problemáticas.
El consumo de drogas, legales o ilegales, conlleva riesgos y no es recomendable. Sin embargo, si decides hacerlo, infórmate bien sobre la sustancia, su duración, efectos y dosificación. Utiliza servicios de reducción de riesgos como Energy Control (España), Dance Safe (USA), Kosmicare (Portugal) o Échele Cabeza (Colombia).
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