¿Qué es la cocaína? ¿Qué otros nombres tiene? ¿Qué efectos y riesgos tiene?
Transcripción:
Hablemos del grupo de los estimulantes. Cuando alguien piensa en drogas, le viene a la mente la cocaína. Otros nombres de la cocaína incluyen «cocí», «Perico», «zarpa», «farra», y «nieve». Tiene un montón de nombres, la verdad, y seguro que luego me vendrán más a la cabeza. Es increíble cómo le pueden poner tantos nombres.
La molécula de la cocaína, ¿qué mecanismo de acción tiene? ¿Qué efecto psicoactivo y somático? Lo has mencionado antes, pero vamos a recopilar. Sí, la cocaína bloquea la recaptación, es decir, la reabsorción de dopamina, noradrenalina y serotonina. Esto hace que la concentración de estos neurotransmisores aumente en la sinapsis neuronal, potenciando y prolongando sus efectos.
Generalmente, cuando alguien consume cocaína, siente mucha euforia, una autopercepción incrementada, se siente más capaz, más atractivo, más inteligente, etc. También produce una sensación de bienestar, de poder con todo, de tener más confianza en sí mismo, más arrojo y valentía. De hecho, esto es problemático cuando se asocia con la conducción. Teóricamente, los estimulantes deberían mejorar la conducción porque potencian la capacidad de concentración y la velocidad de reacción. Sin embargo, también incrementan la temeridad de la persona, haciendo que se sienta capaz de enfrentar situaciones peligrosas, lo cual puede llevar a comportamientos temerarios al volante, como pisar más el acelerador o intentar adelantamientos peligrosos.
Los efectos de la cocaína son similares a los de las anfetaminas. Tanto la cocaína, la anfetamina y la metanfetamina son sustancias parecidas en cuanto a efectos, aunque varían en potencia y duración. Por ejemplo, el efecto de la cocaína dura entre una hora y media y dos horas, dependiendo del tamaño de la dosis. En el caso de las anfetaminas, los efectos pueden durar varias horas, incluso entre 6 y 8 horas. La metanfetamina, en cambio, puede prolongar sus efectos más de 24 horas.
Para explicar mejor la recaptación, las neuronas se comunican a través de sinapsis, donde intercambian mensajeros químicos llamados neurotransmisores. La primera neurona libera el mensajero químico en la sinapsis y la segunda lo recibe. Estos mensajeros luego son recaptados por la primera neurona. Si inhibimos esta recaptación, los mensajeros quedan en el espacio sináptico mucho más tiempo, dando señal continuamente a la neurona receptora.
En el caso de las anfetaminas, además de inhibir la recaptación, liberan mayores cantidades de neurotransmisores, haciendo que el efecto sea más prolongado. Las anfetaminas no solo bloquean la recaptación, sino que también hacen que la neurona libere más mensajeros químicos.
El peligro de esta elevación de noradrenalina a nivel cardiovascular es significativo. La cocaína tiene un efecto vasoconstrictor muy importante, especialmente a nivel coronario. Pide al corazón que bombee más rápido y fuerte mientras le cierra el suministro de oxígeno, lo que puede generar hipoxia en el tejido cardiovascular. Esto puede causar un infarto si hay algún trombo o placa de ateroma previa. También puede causar accidentes cerebrovasculares o la ruptura de un aneurisma hemorrágico.
Cuando la cocaína se combina con alcohol, produce una nueva droga llamada cocaetileno, que es más hepatotóxica y neurotóxica que la cocaína o el alcohol por separado. Su efecto es más prolongado, dañando más tiempo los tejidos.
Es interesante que Sigmund Freud no solo era consumidor de cocaína, sino que también la veía como una herramienta terapéutica y la prescribía para tratar depresiones y otras condiciones. En su época, la cocaína era percibida de manera más normal, similar a cómo vemos el café hoy en día.
La percepción social de las drogas cambia con el tiempo, y la legalidad de las drogas está asociada a esta percepción. La coca-cola, por ejemplo, originalmente contenía extractos de hoja de coca y nuez de cola, y se vendía en farmacias como un tónico. Incluso existía el vino Mariani, un vino infusionado con cocaína, que era publicitado por el propio Papa.
Es curioso cómo la percepción social cambia con el tiempo y cómo las drogas que eran aceptadas socialmente en una época pueden ser vistas de manera muy diferente en otra.
El consumo de drogas legales o ilegales y fármacos conlleva riesgos y no es recomendable. Si decides hacerlo, infórmate bien sobre las sustancias, sus efectos, duración y dosificación, consulta a tu médico y utiliza servicios de reducción de riesgos como Energy Control, Dance Safe, Kosmicare o Échele Cabeza.
La información es poder y salud. Consulta nuestro interactivo Mezclas y Riesgos para obtener datos útiles y actualizados sobre combinaciones de sustancias y fármacos. Únete a la Comunidad Drogopedia, donde podrás influir en los temas, hacer preguntas y acceder a contenido exclusivo. También puedes solicitar asesorías personalizadas o seguir nuestros canales en WhatsApp y Telegram para estar siempre al día.
¡Nos vemos!