¿Qué es la heroína? ¿Qué otros nombres lleva? ¿Pasó algo como lo que se está viviendo ahora con el Fentanilo en la España post-dictadura?
Transcripción:
Me interesa saber nombres de la heroína.
Fundamentalmente, yo lo he escuchado así: heroína, jaco, caballo.
¿Pasó algo similar a lo que está ocurriendo con el fentanilo, pero a otra escala y en otro momento histórico, en los 80. ¿Puedes contar un poco cómo fue la llegada de la heroína? ¿Por qué se llevó tantas vidas?
Bueno, en España, lo que se produjo fue que después del final de la dictadura hubo un momento de mucha libertad, de mucho destape, de mucha jolgorio y fiesta. La época un poco era la movida, que coincidió temporalmente también con el inicio de la popularización de la heroína en España. Se empezó a consumir en diferentes perfiles, algunos con más vulnerabilidades y que, por tanto, terminaron bastante peor que otros. Se produjo una especie de glamour asociado al consumo de heroína, y esto fue muy problemático porque además coincidió en el tiempo con la aparición de muchas enfermedades de transmisión sanguínea más graves, el caso del VIH es el más paradigmático de todos.
Entonces, teníamos un consumo de heroína combinado con la presencia del VIH en muchas personas, lo que hizo que fuese todavía más letal de lo que habría sido realmente esa epidemia de consumo. Porque la heroína, como he dicho anteriormente, es verdad que tiene el riesgo de que puede matarte con dosis altas y demás, pero es más difícil que eso suceda en comparación con el fentanilo, donde bastan unos pocos microgramos más arriba o más abajo para ser peligroso. Con la heroína, hablamos de más miligramos, es decir, es un orden de magnitud mayor.
Y has mencionado las vías de administración. Sí, en aquellos años la heroína se inyectaba. En los años 80, esto se puso muy de moda por dos motivos: primero, el consumo inyectado aprovecha mucho la sustancia, es decir, consigues el mayor efecto posible con una cantidad muy pequeña de sustancia, con lo cual al final tienes más dosis o te ahorras más dinero. Además, el efecto es muy rápido y muy intenso. Una persona que está teniendo un consumo problemático, que busca evasión o hedonismo según el tipo de consumo, querrá tener el máximo efecto posible en el menor tiempo posible porque quiere que el efecto empiece cuanto antes. El consumo inyectado permitía eso, pero venía acompañado de muchos más riesgos, no solo de la transmisión de enfermedades como el VIH, sino también de daños importantes e infecciones.
Hoy en día, como he mencionado anteriormente, el consumo de heroína generalmente es más común por vía fumada o vaporizada. La técnica de la plata consiste en colocar la sustancia en un papel de plata, fundirla con un mechero y luego moverla un poco por el papel para liberar un vapor que se aspira con un canutillo hecho con papel de aluminio. Esto se puede hacer tanto para el crack como para la heroína, o la mezcla de las dos, que se conoce como speedball.
El speedball no tiene que ver con el speed. El speed es sulfato de anfetamina, que se parece mucho a la cocaína en cuanto a efectos, pero su duración es mayor, lo que puede ser percibido como más útil en ciertos contextos, como el laboral o el ocio nocturno. Por encima del speed, tenemos la metanfetamina, que es una versión todavía más poderosa de estimulante. El metilfenidato, como el Concerta o el Adderall, que se usan para el TDAH, se colocaría un escalón por debajo de la cocaína. Aunque el mecanismo de acción es muy parecido al de la cocaína, tiene menor afinidad por los transportadores de dopamina, por lo tanto, no es tan fuerte. El metilfenidato inhibe la recaptación de dopamina y noradrenalina.
La metanfetamina, en particular, tiene un perfil mucho más neurotóxico que otros estimulantes, afectando a nivel dopaminérgico y pudiendo dañar neuronas encargadas de la producción y transmisión de señales dopaminérgicas. Existe cierta asociación entre el consumo de metanfetamina y daños en la sustancia negra, relacionados con el Parkinson.
El consumo de drogas legales o ilegales y fármacos conlleva riesgos y no es recomendable. Si decides hacerlo, infórmate bien sobre las sustancias, sus efectos, duración y dosificación, consulta a tu médico y utiliza servicios de reducción de riesgos como Energy Control, Dance Safe, Kosmicare o Échele Cabeza.
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