¿Qué es lo que nos vuelve adictos? Explicamos por qué nos volvemos adictos en el podcast de Borja Bandera.
Transcripción:
Ahora entremos en uno de los grandes problemas de las drogas, las sustancias de las que hemos estado hablando: la adicción. Este es uno de los aspectos que más daño causa como consecuencia de su uso.
Para explicarlo de una manera que un niño de 7 años pueda entender, ¿cómo llega una persona a ser adicta o por qué nos podemos volver adictos a algo? ¿Por qué el ser humano tiene esa vulnerabilidad evolutiva para volverse adicto a algo a lo que se va a ver expuesto?
La respuesta es que las drogas activan nuestros mecanismos de recompensa. Hacen que nuestro cerebro entienda que esa actividad, el consumo de la sustancia, es algo valioso para nuestra supervivencia. Nuestro cerebro está diseñado para premiar aquellas conductas que facilitan nuestra subsistencia, nuestra propagación como especie y nuestra existencia. Por ejemplo, cuando comemos, nuestro cerebro libera dopamina, lo que nos hace sentir bien y querer repetir la acción de comer. Lo mismo sucede con el sexo, es una conducta con valor evolutivo que nuestro cerebro premia.
El problema es que las drogas secuestran de alguna manera estos mecanismos de recompensa y los activan de forma muy poderosa, haciendo que nuestro cerebro piense que consumir la droga es una conducta evolutivamente valiosa y que debe repetirse. Esto activa una serie de mecanismos que refuerzan mucho la memoria de las claves relacionadas con el consumo: el lugar, las personas, el olor de la sustancia, la sensación, etc., todo eso se graba con mucha fuerza en nuestros circuitos neuronales.
Esto sucede porque se activan unas vías mesolímbicas que liberan mucha dopamina en el núcleo accumbens, la zona del cerebro relacionada con la recompensa, lo que nos lleva a repetir la conducta de consumo. Esta es una explicación más biológica, centrada en lo que sucede a nivel neuronal, pero también hay factores sociales y contextuales muy importantes.
Una adicción no se puede entender solo desde el punto de vista del cerebro. Para comprenderla, hay que considerar todos los factores involucrados. Una persona puede volverse adicta a una sustancia en un momento de su vida cuando antes no había tenido problemas con ella, porque su contexto ha cambiado. No es lo mismo una persona con una vida estable y satisfactoria que una persona en una situación de vulnerabilidad social, con problemas económicos, en paro, con problemas familiares, etc. En este último caso, una droga que no había causado problemas adictivos antes, puede convertirse en un problema porque la persona está utilizando la sustancia para evadirse de una realidad dolorosa.
La adicción es un problema biopsicosocial, no solo biológico. Las drogas hackean nuestra biología, activando mecanismos de recompensa inmediatos que no ofrecen ningún beneficio evolutivo real más allá del placer momentáneo, lo que lleva a la dependencia.
Además, cuando la droga cumple una función en la vida de la persona que es percibida como muy valiosa, se vuelve aún más atractiva. Por ejemplo, los opioides, que permiten evadir los problemas, son especialmente atractivos en situaciones de gran sufrimiento social. Esto se ve en la crisis de opioides en Estados Unidos, donde muchas personas sin hogar consumen fentanilo para escapar de una realidad muy dolorosa.
También sucede con sustancias que mejoran la productividad o la concentración. Personas con trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) tienen más facilidad para desarrollar conductas adictivas porque encuentran en algunas drogas un alivio que les ayuda a concentrarse, similar al efecto de medicamentos prescritos, pero en un contexto mucho menos controlado y más peligroso.
La adicción puede estar ligada a la identidad, como en el caso de los esteroides anabólicos androgénicos. Las personas que usan anabolizantes ven cambios significativos en su físico, y su identidad puede estar muy relacionada con estos efectos. Dejar de usar la droga puede sentirse como perder parte de esa identidad.
En resumen, la adicción es compleja y multifacética, abarcando aspectos biológicos, psicológicos y sociales. Entender todos estos componentes es esencial para abordar y prevenir los problemas relacionados con el consumo de drogas.
El consumo de drogas legales o ilegales y fármacos conlleva riesgos y no es recomendable. Si decides hacerlo, infórmate bien sobre las sustancias, sus efectos, duración y dosificación, consulta a tu médico y utiliza servicios de reducción de riesgos como Energy Control, Dance Safe, Kosmicare o Échele Cabeza.
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