¿Qué es la burundanga o escopolamina? ¿Es habitual que se metan drogas en las copas? Contestamos en el podcast de Jordi Wild – The Wild Project #264 ft Anton – Drogopedia
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Transcripción:
La burundanga, el cuidado que debes tener para que no te metan algo en la copa. Luego hablaremos de los pinchazos. Son dos temas, ¿eh? Pero primero, el tema de la burundanga. La famosa droga en la copa, primero tú. Al final, tú has trabajado en el ámbito de la droga y habrás visto muchos casos. Es habitual que se metan drogas en copas.
No, no es tan habitual como la gente piensa, pero sí puede pasar y es suficientemente peligroso como para no tomárselo a la ligera. No es que no pueda pasar, pero es raro realmente que la gente ande con drogas para echar en copas. De hecho, lo más habitual en los casos de sumisión química es que se utilicen sustancias que la persona ya tiene en su organismo, no que se metan drogas en copas.
Primero, hay que diferenciar entre sumisión química y vulnerabilidad química. La sumisión química se entiende como cuando una persona realiza un acto dirigido a dificultar tu capacidad de defensa ante un delito. La vulnerabilidad química es cuando una persona aprovecha una situación de indefensión causada por la propia víctima. En ambos casos, lógicamente, el agresor es quien tiene toda la responsabilidad del acto delictivo, eso no hay que dudarlo. Pero no es lo mismo si la persona ha activamente anulado su capacidad de defensa o si el atacante está aprovechando una situación que ya se estaba dando, como cuando una persona está borracha o drogada.
Aprovecharse de alguien que está medio inconsciente no es lo mismo que drogarlo. No es que uno de estos casos sea menos grave que el otro; ambos son igual de graves y la responsabilidad es totalmente del atacante. Sin embargo, las medidas de prevención serían diferentes. La primera, por supuesto, es que no haya personas que violen o roben. Eso es educación y prevención. Pero también debe haber educación para la ciudadanía sobre temas como la amnesia, que no siempre es efecto de una droga rarísima, sino que el alcohol también produce amnesia a dosis altas. Es decir, no siempre que alguien no se acuerde de lo que ha pasado es porque le hayan puesto algo en la copa; puede ser simplemente que se ha tomado mucho alcohol y ha perdido la memoria por borrachera.
La burundanga, que es la droga de la que más se habla, no te convierte en un zombi como se dice. Es una simplificación exagerada. La burundanga es un principio activo llamado escopolamina. La escopolamina es una sustancia que se encuentra en varias plantas, como la datura estramonio, que crece en las riberas de los ríos. Estas plantas pertenecen a la familia de las solanáceas, que incluye al tomate, la berenjena, entre otras. Estas sustancias se conocen como delirógenas, generan alucinaciones diferentes a las de los psicodélicos. No confundir psicodélico con delirógeno. Los delirógenos son extremadamente tóxicos y pueden ser fatales en dosis altas.
Las sustancias delirógenas provocan confusión y delirios muy peligrosos. La persona bajo el efecto de estos delirógenos no distingue bien la realidad de las ilusiones. Por ejemplo, la gente puede tener conversaciones con personas que no están ahí o experimentar delirios sin sentido. Muchos terminan en el hospital o en la policía debido a los efectos peligrosos.
La escopolamina puede generar cierta incapacidad para defenderse, pero el riesgo es tan alto que los delincuentes pueden preferir otras sustancias menos peligrosas. En España, el uso de burundanga es raro. Se habla mucho de ella en los medios de comunicación, pero en la práctica no se detecta en muchos casos delictivos. Los casos registrados han sido raros, como el de un exmarido que quería envenenar a su exesposa o dos mujeres en las Islas Canarias que intentaron robar con escopolamina y terminaron matando a una persona por sobredosis.
Para sumisión química, se utilizan sustancias más accesibles, como benzodiacepinas, barbitúricos, o incluso antipsicóticos con efecto sedante. El GHB, ácido gamma hidroxibutírico, también se usa en contextos recreativos. Aunque es más potente que el alcohol, se usa menos en delitos de sumisión química porque es más difícil de controlar. En el ámbito recreativo, el GHB se usa a menudo como «éxtasis líquido» por sus efectos similares al alcohol pero más intensos y afrodisíacos.
La burundanga es una exageración en el contexto español. Aunque en Latinoamérica puede haber más casos, en España no es común encontrarla en situaciones delictivas. Las drogas utilizadas para sumisión química suelen ser más seguras para el atacante en términos de evitar la muerte de la víctima, como las benzodiacepinas, que se encuentran fácilmente en farmacias.
Sobre los pinchazos que se reportaron hace unos meses, parece que fue una histeria colectiva. En Francia y en España, se reportaron muchos pinchazos, pero los exámenes toxicológicos siempre salían negativos. No se encontraron pruebas materiales ni en las cámaras ni en los registros de pinchazos. La falta de evidencia sugiere que lo que ocurrió pudo haber sido una falsa alarma, o una broma que se extendió.
En resumen, los pinchazos que se reportaron pueden haber sido simplemente una broma de alguien que quería causar molestias, no necesariamente relacionadas con la inyección de sustancias. La falta de evidencia material y pruebas refuerza la idea de que se trató de una histeria colectiva más que de un fenómeno real.
El consumo de cualquier droga legal o ilegal es una actividad de riesgo y está totalmente desaconsejado, pero si decidieses hacerlo: infórmate bien sobre la sustancia, su duración, sus efectos o su dosificación y analiza en servicios de reducción de riesgos como el de Energy Control (España), Kosmicare (Portugal) o Échele Cabeza (Colombia).
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