Analizamos diferentes combinaciones que no deberías hacer nunca en el podcast Club 113.
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Transcripción:
Tenemos que considerar la combinación de estas dos drogas y los riesgos que supone. Debemos imaginar e intentar predecir lo que podría suceder. Por ejemplo, si hay un riesgo bajo y sinergia, riesgo bajo y disminución, o si es algo más peligroso.
Tomemos el caso de la combinación de cannabis con un psicodélico. Por lógica, si alguien fuma cannabis, la mezcla con un psicodélico podría descontrolar la experiencia. Cualquier tipo de descontrol puede ser peligroso, ya que puede llevar a experiencias difíciles de manejar, incluso estados abrumadores. En este tipo de combinaciones, es casi seguro que la experiencia será negativa. Las combinaciones podrían clasificarse en tres niveles: cuidado, no seguro o peligroso. Aunque el «no seguro» a menudo se asocia con riesgo cardíaco, que generalmente aplica a los estimulantes y no tanto a los cannabinoides o psicodélicos, en este caso, la combinación estaría en una zona de «cuidado». No es extremadamente peligroso, pero la experiencia será más difícil de manejar y requiere muchas precauciones. Algunas personas incluso fuman cannabis para prolongar una experiencia psicodélica en lugar de finalizarla.
Sobre el tabaco y la marihuana, es común que quienes fuman tabaco sean conscientes de los riesgos, pero quienes usan marihuana suelen defender su uso con argumentos sobre sus beneficios medicinales.
En cuanto a la combinación de MDMA y alcohol, es bastante común en festivales. Sin embargo, esta combinación presenta varios riesgos. El alcohol deshidrata el cuerpo, lo que dificulta su capacidad para regular la temperatura. Al mismo tiempo, el MDMA puede causar hipertermia. La combinación de deshidratación y aumento de temperatura corporal incrementa el riesgo de golpe de calor. Además, el MDMA puede causar mareo y ansiedad, que pueden intensificarse si la persona también está borracha. Muchas personas experimentan malestar significativo en estos casos y a veces incluso vomitan, aunque puedan sentirse mejor poco después. En general, esta combinación puede ser peligrosa debido al riesgo de golpe de calor y los efectos combinados de ambas sustancias.
Sobre la cocaína y el cannabis, esta combinación no es tan rara como podría parecer. Algunas personas las combinan con frecuencia. La cocaína puede aumentar la ansiedad y el malestar asociado al uso de cannabis, exacerbando posibles paranoias. Esto puede llevar a una paranoia más intensa, especialmente si la persona ya está predispuesta a ella. Aunque la cocaína podría reducir el efecto del cannabis, el riesgo de paranoia hace que esta combinación sea arriesgada. Por lo tanto, recomendaría cautela en el uso de estas sustancias combinadas.
Finalmente, la mezcla de opioides y alcohol es extremadamente peligrosa. Los efectos sinérgicos entre ambos pueden ser muy intensos, aumentando el riesgo de parada respiratoria o broncoaspiración. Muchas sobredosis de opioides ocurren no solo por el opioide en sí, sino también porque la persona ha consumido alcohol u otros sedantes. En definitiva, esta combinación es muy peligrosa y debe evitarse.
El consumo de cualquier droga legal o ilegal es una actividad de riesgo y está totalmente desaconsejado, pero si decidieses hacerlo: infórmate bien sobre la sustancia, su duración, sus efectos o su dosificación y analiza en servicios de reducción de riesgos como el de Energy Control (España), Kosmicare (Portugal) o Échele Cabeza (Colombia).
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