Las sustancias opioides son de las más peligrosas pero también de las más usadas en medicina.
Poderosísimos analgésicos que producen placer y euforia, a cambio de un gran potencial adictivo y tóxico.
Transcripción:
De las siete familias de drogas psicoactivas de la rueda, hoy vamos a hablar de las drogas opioides, como la heroína y la cocaína fumada. Son aquellas sustancias que producen analgesia, euforia, bienestar y placer, pero son muy peligrosas y adictivas, sobre todo si se utilizan fuera del ámbito médico, donde son indispensables para tratar el dolor desde tiempos inmemoriales.
Los fármacos opioides afectan la forma de sentir. Muchos opioides, como la morfina, la codeína o la heroína, se aíslan o preparan partiendo del opio, que se extrae de la amapola Papaver somniferum cada primavera, y que se cultiva desde hace milenios. Pero también hay otros opioides que son totalmente sintéticos, como el fentanilo, la buprenorfina o los nitazenos. Además, existen opioides dentro de nuestro propio cuerpo, como las famosas endorfinas, que nos dan esa sensación de bienestar después de hacer deporte.
Esta familia de drogas tiene riesgos muy importantes, como su elevada adictividad o su alta potencia farmacológica, pudiendo ser fácilmente letales si se dosifican inadecuadamente. De hecho, a dosis muy altas pueden hacer que dejemos de respirar y nos ahoguemos sin darnos cuenta. Para revertir esta sobredosis, existe un antídoto opioide muy eficaz: la naloxona.
En cualquier caso, si se consume un opioide, para reducir sus riesgos es muy importante informarse muy bien sobre la sustancia, su dosificación, duración, efectos y analizarla en un servicio de reducción de riesgos, como los de Energy Control, Cosmic Care o Échale Cabeza. O, al menos, usar tiras reactivas para descartar la presencia de fentanilo, evitar a toda costa la vía inyectada y evitar consumirlas regularmente o en momentos de malestar, para prevenir que se conviertan en una vía de escape adictiva.
El consumo de drogas, legales o ilegales, conlleva riesgos y no es recomendable. Sin embargo, si decides hacerlo, infórmate bien sobre la sustancia, su duración, efectos y dosificación. Utiliza servicios de reducción de riesgos como Energy Control (España), Dance Safe (USA), Kosmicare (Portugal) o Échele Cabeza (Colombia).
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