Efectos sobre el sistema nervioso: La prednisolona puede inducir efectos secundarios como irritabilidad, ansiedad y, en algunos casos, alteraciones del ánimo o psicosis. El LSD, por su parte, es un potente alucinógeno que afecta de manera significativa el estado mental, causando alteraciones en la percepción, la realidad y la coordinación motora. La combinación puede amplificar los efectos psicológicos, como la ansiedad, la confusión o la agitación mental, y podría ser difícil manejar la experiencia de forma segura, especialmente si la persona es sensible a cambios en el estado de ánimo o tiene predisposición a trastornos psicológicos.
Efectos sobre el sistema cardiovascular: La prednisolona puede causar retención de líquidos y aumento de la presión arterial a largo plazo, mientras que el LSD puede aumentar la frecuencia cardíaca y la presión arterial durante la experiencia. La combinación de estas sustancias podría generar un estrés adicional en el sistema cardiovascular, especialmente en personas con antecedentes de problemas cardíacos o hipertensión.
Efectos sobre la temperatura corporal: El LSD puede inducir una alteración en la regulación de la temperatura corporal, aumentando la sensación de calor o frío, mientras que la prednisolona afecta el equilibrio de líquidos y la regulación de la temperatura. La combinación podría hacer que la gestión de la temperatura corporal sea más difícil, especialmente en un entorno que implique cambios térmicos importantes.
Efectos psicológicos y emocionales: El LSD tiene el potencial de causar experiencias psicológicas intensas, incluyendo alteraciones de la percepción del tiempo, la realidad y el sentido de uno mismo. Si se combina con prednisolona, especialmente en dosis altas, puede intensificar efectos indeseables como la ansiedad o la confusión mental. Además, la prednisolona puede alterar el estado de ánimo, lo que podría hacer más difícil manejar las alteraciones emocionales causadas por el LSD.