Efectos opuestos sobre la somnolencia: Pramipexol tiene efectos sedantes y puede causar somnolencia en algunas personas. La cafeína, en cambio, es un estimulante que aumenta la alerta y puede reducir la sensación de cansancio. Estos efectos opuestos pueden generar una interacción incompleta en cuanto a la modulación de los niveles de energía y vigilancia, lo que podría ser incómodo para el paciente, pero generalmente no es peligroso a menos que se usen en cantidades excesivas.
Posible aumento de la ansiedad o agitación: La cafeína puede aumentar la ansiedad o causar agitación, especialmente en personas sensibles. Esto podría potenciar los efectos secundarios del pramipexol, como ansiedad o nerviosismo, aunque este efecto no es común. También, la cafeína puede interferir con los efectos relajantes de pramipexol y contribuir a dificultades para dormir, lo que puede ser problemático si se usa especialmente por la noche.
Interacción potencial sobre el sistema nervioso central: El uso de cafeína junto con pramipexol podría tener efectos moderados sobre el sistema nervioso, como un aumento en la frecuencia cardíaca o el riesgo de ansiedad y alteración del sueño. Sin embargo, estos efectos suelen ser moderados y no suelen representar un riesgo significativo para la mayoría de las personas.