Efecto combinado: La paroxetina trata la ansiedad y la depresión a largo plazo, mientras que las benzodiacepinas alivian los síntomas agudos de ansiedad. En conjunto, pueden tener un efecto sinérgico positivo, especialmente al inicio del tratamiento con paroxetina, cuando esta aún no ha alcanzado su efecto completo.
Riesgo de sedación excesiva: Ambas sustancias pueden causar somnolencia y sedación. Su combinación puede aumentar estos efectos, lo que podría afectar la capacidad para realizar actividades que requieran alerta, como conducir.
Potencial de dependencia: Las benzodiacepinas tienen un riesgo significativo de dependencia si se usan a largo plazo. Por lo general, los médicos limitan su uso a periodos cortos, mientras la paroxetina comienza a hacer efecto.