Aumento de la somnolencia o mareos: Tanto la fluoxetina como el cannabis pueden causar sedación, especialmente si se usa cannabis con un alto contenido de THC. La combinación puede intensificar estos efectos, afectando la coordinación y el estado de alerta.
Alteraciones emocionales: El cannabis puede desencadenar ansiedad, paranoia o pánico, especialmente en personas sensibles. Si se combina con fluoxetina, que estabiliza el estado de ánimo, puede contrarrestar este efecto estabilizador o amplificar las emociones negativas.
Mayor riesgo de depresión: Aunque el cannabis puede proporcionar un alivio temporal de los síntomas depresivos, su uso frecuente puede empeorar la depresión en el largo plazo. La combinación con fluoxetina podría complicar la respuesta al tratamiento antidepresivo.
Efectos impredecibles en la serotonina: Aunque no es común, se especula que el THC podría afectar la neurotransmisión serotoninérgica. En combinación con fluoxetina, esto podría aumentar el riesgo de efectos secundarios serotoninérgicos (como agitación o insomnio).
Interferencia en el tratamiento: El uso regular de cannabis podría alterar la eficacia de la fluoxetina al cambiar la química cerebral o el metabolismo de la droga.
Compromiso cognitivo: El uso simultáneo podría amplificar los efectos en la memoria, la concentración y el juicio, aumentando el riesgo de accidentes.