Efectos en los riñones: Ambas sustancias pueden afectar la función renal. El uso combinado podría empeorar la función renal, especialmente en personas con insuficiencia renal preexistente. El ibuprofeno puede reducir el flujo sanguíneo renal, mientras que la espironolactona puede aumentar los niveles de potasio, lo que puede generar desequilibrios que afecten el equilibrio de líquidos y electrolitos.
Riesgos de deshidratación y retención de líquidos: El ibuprofeno puede inducir retención de líquidos, lo que puede contrarrestar los efectos diuréticos de la espironolactona, disminuyendo su efectividad. Esta combinación también podría causar una carga adicional en los riñones, especialmente si se usan de manera crónica o en altas dosis.
Riesgos gastrointestinales: La combinación de un AINE como el ibuprofeno con cualquier medicamento que afecte el sistema renal o cardiovascular, como la espironolactona, puede aumentar el riesgo de complicaciones gastrointestinales, como úlceras o hemorragias, debido a los efectos irritantes del ibuprofeno.