Efectos sobre el sistema nervioso: La prednisolona puede inducir irritabilidad, ansiedad y, en algunos casos, alteraciones del ánimo o psicosis. El cannabis, dependiendo de la variedad y la dosis, puede tener efectos tanto psicoactivos como relajantes o eufóricos, pero también puede causar ansiedad o trastornos paranoides, especialmente en personas sensibles. La combinación de estas sustancias puede amplificar los efectos psicológicos adversos, como la ansiedad o la confusión mental, y podría ser difícil manejar la experiencia de forma segura, particularmente si se consume cannabis en dosis altas.
Efectos sobre el sistema cardiovascular: La prednisolona puede causar retención de líquidos y un aumento de la presión arterial a largo plazo. El cannabis tiene efectos variables en el sistema cardiovascular; por ejemplo, puede elevar temporalmente la frecuencia cardíaca y la presión arterial en algunos usuarios. La combinación de ambas sustancias podría generar un estrés adicional sobre el sistema cardiovascular, especialmente en personas con antecedentes de hipertensión o problemas cardíacos.
Efectos sobre el sistema gastrointestinal: La prednisolona puede irritar el tracto gastrointestinal y aumentar el riesgo de úceras gástricas o sangrados. El cannabis, en algunas personas, puede causar sequedad en la boca y alterar la función digestiva, aunque sus efectos suelen ser menos pronunciados que los de la prednisolona. Sin embargo, la combinación podría aumentar la irritación gástrica, especialmente en personas con antecedentes de problemas digestivos.
Efectos sobre el estado de ánimo y la psique: El cannabis puede modificar el estado de ánimo y provocar efectos como la euforia o la relajación, pero en algunas personas puede inducir ansiedad o paranoia. La prednisolona también puede afectar el estado de ánimo, inducir irritabilidad o cambios emocionales, lo que puede potenciar los efectos negativos del cannabis en la psique.