Aumento de la glucosa en sangre: Las anfetaminas pueden provocar un aumento en los niveles de glucosa en sangre al estimular la liberación de glucosa desde el hígado y reducir la acción de la insulina. Esto puede interferir con el control de la glucosa en personas que dependen de la insulina para regular su azúcar en sangre, lo que podría llevar a la hiperglucemia (niveles elevados de glucosa).
Reducción del apetito: Las anfetaminas suprimen el apetito, lo que puede hacer que las personas no coman lo suficiente. Esto es riesgoso para personas que usan insulina, ya que la falta de alimentos puede resultar en hipoglucemia (bajos niveles de glucosa en sangre) si la insulina se administra sin la ingesta adecuada de alimentos.
Efectos cardiovasculares: Las anfetaminas aumentan la frecuencia cardíaca y la presión arterial, lo que puede ser peligroso para personas con diabetes, ya que estas condiciones están asociadas con un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares. Las personas que usan insulina deben tener cuidado con estos efectos, ya que pueden aumentar el riesgo de complicaciones cardíacas.