Efectos sobre el sistema cardiovascular: Tanto el salbutamol como el MDMA pueden aumentar la frecuencia cardíaca y la presión arterial, lo que podría poner un estrés adicional sobre el corazón y aumentar el riesgo de complicaciones cardiovasculares. El MDMA puede causar una hipertensión peligrosa (presión arterial elevada) y taquicardia (frecuencia cardíaca rápida), lo cual puede intensificarse si se toma con salbutamol, que también provoca un aumento de la frecuencia cardíaca.
Riesgo de hipertermia: El MDMA aumenta la temperatura corporal y puede inducir hipertermia (temperatura corporal peligrosamente alta), especialmente si se consume en ambientes cálidos o si se está muy activo (como en fiestas o raves). El salbutamol no tiene un efecto directo sobre la temperatura corporal, pero el MDMA podría hacer que los efectos secundarios del salbutamol (como palpitaciones o ansiedad) sean más pronunciados, lo que podría dificultar la regulación normal del cuerpo.
Riesgo de deshidratación: El MDMA puede causar deshidratación debido a la elevación de la temperatura corporal y la activación de la sudoración. Si se combina con salbutamol, que también puede causar una sensación de nerviosismo o ansiedad (lo que podría dificultar la hidratación adecuada), el riesgo de deshidratación se incrementa.
Aumento de efectos secundarios sobre el sistema nervioso: Salbutamol puede causar efectos secundarios como temblores o ansiedad, que pueden intensificarse con el uso de MDMA, dado que el MDMA también está relacionado con cambios en el estado emocional y la ansiedad.