Explicamos como funcionan los sistemas de reducción de riesgos en festivales en el podcast Trippers.
Transcripción:
Oye, una cosa que me llama la atención es el tema de la reducción de riesgos en los festivales, lo del análisis de sustancias. ¿Cómo funciona?
Porque yo me imagino: voy a un festival y tengo algo de sustancia. No sé lo último que voy a hacer es ir a que me la analicen. No sé, me cuesta ver a gente dispuesta a darte la droga y que diga: «Oye, analízala». ¿Cómo funciona eso?
Entiendo, pero luego en la práctica, ¿funciona realmente bien?
Es decir, en teoría la gente piensa: «Uy, ostras, a ver si va a ser la policía».
Yo creo que al final, somos una intervención de salud pública, una intervención que viene, de hecho financiada por el por el Ministerio de Sanidad en parte. Recibimos parte de nuestra subvención a través del Plan Nacional sobre Drogas que es parte del Ministerio de Sanidad.
También tenemos otras financiaciones de otros de otros medios, no, pero al final, es una intervención de salud pública que funciona y si hubiese una persecución legal, dejaría de funcionar y esto sería un problema también de salud pública porque al final, no deberíamos estorbar, ninguno.
O sea, la parte legal no debería estorbar a la parte sanitaria ni la parte sanitaria tampoco a la legal. Es decir, que somos mundos diferentes.
Y aunque la gente pueda pensar de primeras que que esto es una otro de estos chiringuitos en los cuales lo que vamos a decir es únicamente: «No tomes drogas, te vas a morir y tal y cual».
Que bueno, o sea, las drogas tienen riesgos, eso siempre tenemos que tenerlo claro y siempre lo transmitimos, no. Pero nosotros vamos más allá porque las personas con las que trabajamos son personas que ya tienen un consumo de drogas en la mayoría de los casos.
Entonces no es el mensaje que se da a la población general, es el mensaje que se da a la persona que ya consume. Y esa persona que tú le digas que no tome drogas y no le digas nada más solamente sirve para que la persona te descarte y ya no te escuche. Dice: «Bueno, este es de este es de los que me me dice lo mismo que me han dicho siempre».
Si tú en realidad a esa persona le das información objetiva, científica y veraz, generas un vínculo de confianza, generas un primer contacto de esa persona con un ámbito de salud que de otro modo a lo mejor no habría llegado nunca o habría llegado muchos años más adelante.
Uno de los problemas que se da muchas veces en el tratamiento de por ejemplo adicciones es que las personas cuando buscan ayuda ya están muy avanzadas en su problema de adictivo. Ya han tenido una gran cantidad de daños en su vida que van a dificultar enormemente que esa persona, por ejemplo, pueda dejar el consumo porque ya a lo mejor han perdido el trabajo, a lo mejor han perdido ya, relaciones sociales y todo eso lo que hace es dificultar todavía más que la persona pueda volver otra vez a retomar una vida pues más saludable.
Si conseguimos que haya un contacto inicial, en etapas más iniciales del consumo de sustancias con instituciones o con organismos como Energy Control o como otras organizaciones que trabajan en reducción de riesgos, establecemos ya ese vínculo de confianza desde un primer momento que puede evitar que esa persona llegue nunca a tener problemas con las sustancias.
Al final, nuestro objetivo es que las personas no tengan problemas con el consumo de sustancias, de reducir los riesgos al máximo y que no llegue a darse problemas nunca en el tiempo. Si esas personas deciden que van a seguir consumiendo, es su decisión, pero nosotros tenemos que estar ahí brindándoles toda la toda la seguridad que podamos para evitar que ese consumo genere algún problema. Al final, que eso es lo más importante, porque realmente cuando se trabaja desde la prevención, pues al principio la prevención trabaja en que la persona pues no consuma drogas.
Pero cuando la persona ya consume, es inútil trabajar en esa línea. No inútil, pero que es que es muy poco eficaz y además rompe mucha confianza, genera mucha aislamiento a esa persona, genera mucho estigma.
Y eso es lo peor que quieres cuando una persona empieza a tener problemas con las sustancias, que esté aislada o estigmatizada porque eso va a seguir, va a seguir creciendo.
Una parte importantísima de mi trabajo actual, y sin duda la que más me apasiona, es el tema de los psicodélicos.
Como ya he comentado antes, nos encontramos en un momento crucial: las sustancias psicodélicas, antes conocidas simplemente como alucinógenas (como la psilocina de las setas alucinógenas, el LSD, la MDMA o la ketamina), están siendo redescubiertas por su enorme potencial terapéutico.
Es por eso que se habla del renacimiento psicodélico: se están publicando investigaciones muy prometedoras en todo el mundo que demuestran la eficacia de estas sustancias para el tratamiento de trastornos como la ansiedad, la depresión, el estrés postraumático e incluso las adicciones.
No se trata de que los psicodélicos «curen» las adicciones a otras drogas, pero sí pueden ser una herramienta poderosa para ayudar a las personas a romper el ciclo de la adicción.
Esta revolución está llevando a que muchos países comiencen a regular el uso medicinal de estas sustancias, permitiendo que sean administradas por médicos en entornos controlados para obtener resultados terapéuticos duraderos.
En este contexto, mi labor se centra en la divulgación y la investigación. A través de la Drogopedia y mi libro «La guía esencial del Renacimiento Psicodélico«, explico el origen de este movimiento, qué son estas sustancias, sus efectos, su seguridad, cómo se utilizan en investigación clínica, qué patologías pueden tratar y cómo pueden utilizarse en entornos más privados.
Más allá de la reducción de riesgos, que sigue siendo fundamental, busco profesionalizar la investigación en este campo a través de la Sociedad Española de Medicina Psicodélica, un grupo de profesionales de diversas áreas.
También participo en iniciativas como INUA, una organización que se dedica a la divulgación científica sobre psicodélicos para académicos, políticos y periodistas.
Además, formo parte de la Sociedad Psicodélica de Madrid, un grupo más informal que busca promover el conocimiento y el uso responsable de estas sustancias.
He tenido la oportunidad de hablar sobre el Renacimiento Psicodélico en el Parlamento Europeo y en la Comisión de Estupefacientes de las Naciones Unidas, donde el interés por este tema es cada vez mayor.
Sin duda, estamos presenciando una revolución en el ámbito de la salud mental a nivel mundial, y los psicodélicos juegan un papel crucial en ella.
El consumo de cualquier droga legal o ilegal es una actividad de riesgo y está totalmente desaconsejado, pero si decidieses hacerlo: infórmate bien sobre la sustancia, su duración, sus efectos o su dosificación y analiza en servicios de reducción de riesgos como el de Energy Control (España), Kosmicare (Portugal) o Échele Cabeza (Colombia).
Recuerda que la información es poder pero también es salud, porque la ignorancia es lo más peligroso ante cualquier sustancia, así que si quieres apoyar esta información, sigue el canal en redes, comparte los vídeos o suscríbete a la Comunidad Drogopedia para preguntar tus dudas, influir en los temas a tratar y acceder a contenidos exclusivos.
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