Mezclar Clozapina y Ketamina
es peligroso y te expones a un considerable riesgo.

Hay un riesgo considerable de daño físico al tomar estas combinaciones; deberían evitarse siempre que sea posible.

Tipo de sustancias: Depresoras | Disociativas

En general, la mezcla de drogas suele aumentar los riesgos y efectos impredecibles, por lo que se desaconseja, pero en cualquier caso es crucial informarse bien de antemano para proteger la salud. Nos guiamos por esta categorización de riesgos.

Efectos y riesgos

La combinación de clozapina (un antipsicótico atípico utilizado para tratar esquizofrenia resistente al tratamiento) y ketamina (un anestésico disociativo con efectos recreativos) es peligrosa debido a los efectos depresores acumulativos y contradictorios en el sistema nervioso central (SNC) y al alto riesgo de confusión, deterioro cognitivo y estrés cardiovascular. Esta mezcla puede complicar significativamente el manejo de los síntomas psiquiátricos y aumentar los riesgos físicos y mentales.

Efectos cruzados: La clozapina actúa bloqueando los receptores de dopamina y serotonina para estabilizar el estado de ánimo y reducir los síntomas psicóticos. La ketamina, por otro lado, induce estados disociativos, alteraciones perceptuales y sensoriales, y puede elevar temporalmente la frecuencia cardíaca y la presión arterial. Estas sustancias pueden tener efectos opuestos y desestabilizadores en el cerebro y el cuerpo.

Sobreesedación: Ambas sustancias pueden causar somnolencia y deterioro motor, lo que aumenta significativamente el riesgo de accidentes o caídas.

Confusión mental: La ketamina puede intensificar la desorientación y la confusión, lo que, combinado con los efectos secundarios de la clozapina, puede dificultar el juicio y la integración emocional.

Exacerbación de síntomas psiquiátricos: La ketamina puede inducir estados disociativos y paranoia en algunas personas, lo que puede agravar los síntomas tratados con clozapina.

Estrés cardiovascular: La ketamina puede causar hipertensión y taquicardia temporal, mientras que la clozapina puede generar hipotensión ortostática. Esta interacción puede desregular el sistema cardiovascular, aumentando el riesgo de colapso.

Riesgo de convulsiones: Ambas sustancias pueden aumentar el riesgo de convulsiones, especialmente en personas predispuestas o que toman dosis altas de clozapina.

Para minimizar riesgos, evita completamente esta combinación. Si alguien mezcla estas sustancias y presenta síntomas como confusión severa, dificultad para respirar, paranoia extrema o pérdida de conciencia, busca atención médica inmediata. Esta combinación presenta riesgos significativos tanto para la salud mental como física y debe evitarse.

¿Tienes experiencia con esta mezcla?

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Clozapina

Clozapina

¿Qué es?

La clozapina es un antipsicótico atípico utilizado principalmente en el tratamiento de la esquizofrenia resistente a otros medicamentos y para reducir el riesgo de comportamiento suicida en pacientes con trastornos psicóticos graves. Actúa modulando receptores de dopamina y serotonina.

Efectos y Riesgos:

Produce reducción de síntomas psicóticos como alucinaciones y delirios, y estabilización del estado de ánimo. Puede causar somnolencia, mareos, aumento de peso, constipación, hipersalivación, hipotensión ortostática y sedación. Los riesgos graves incluyen agranulocitosis (reducción severa de glóbulos blancos), convulsiones, miocarditis y síndrome metabólico. Su uso requiere monitorización estricta de la función sanguínea debido al riesgo de efectos secundarios graves.

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Ketamina

Ketamina

¿Qué es?

Es un anestésico disociativo utilizado en medicina y veterinaria, pero también consumido de forma recreativa por sus efectos psicodélicos y de desconexión del entorno.

Efectos y Riesgos:

En dosis recreativas, la ketamina provoca sensación de relajación, alteraciones en la percepción del tiempo y el espacio, y estados disociativos, donde el usuario puede sentir separación de su cuerpo y entorno. En dosis más altas, puede inducir experiencias intensas (“K-hole”) y pérdida total de contacto con la realidad. Sus riesgos incluyen confusión, náuseas, taquicardia y depresión respiratoria. El uso repetido puede causar dependencia psicológica, problemas urinarios graves (cistitis por ketamina) y deterioro cognitivo.

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