Mezclar LSD y Pramipexol
es peligroso y te expones a un considerable riesgo.

Hay un riesgo considerable de daño físico al tomar estas combinaciones; deberían evitarse siempre que sea posible.

Tipo de sustancias: Estimulantes | Psicodélicas

En general, la mezcla de drogas suele aumentar los riesgos y efectos impredecibles, por lo que se desaconseja, pero en cualquier caso es crucial informarse bien de antemano para proteger la salud. Nos guiamos por esta categorización de riesgos.

Efectos y riesgos

Interferencia en la regulación de neurotransmisores: Pramipexol actúa principalmente sobre los receptores de dopamina, mientras que el LSD afecta principalmente los sistemas de serotonina. La combinación de ambas sustancias puede resultar en una interferencia compleja en los sistemas de neurotransmisores del cerebro, lo que podría desencadenar efectos psicológicos impredecibles, como psicosis o una reacción emocional extrema. Aunque el LSD no afecta directamente la dopamina, su influencia en la serotonina podría interactuar con la modulación dopaminérgica provocada por el pramipexol, amplificando los efectos psicológicos no deseados.

Riesgo de efectos psiquiátricos graves: El uso de LSD puede inducir alucinaciones y alteraciones extremas en la percepción de la realidad. Cuando se combina con pramipexol, que ya puede causar alucinaciones o cambios de comportamiento debido a su efecto dopaminérgico, el riesgo de experimentar efectos psiquiátricos graves (como confusión mental, paranoia o psicosis) se incrementa. Además, las personas que toman pramipexol pueden ser más susceptibles a los efectos alucinógenos del LSD, lo que podría llevar a una experiencia descontrolada o potencialmente peligrosa.

Efectos sobre el sistema cardiovascular: LSD puede causar aumento de la frecuencia cardíaca y presión arterial elevada. En personas que ya toman pramipexol, que también tiene efectos sobre la actividad cardiovascular (aunque leves), esta combinación podría aumentar el riesgo de problemas cardíacos como taquicardia o hipertensión, especialmente en situaciones de estrés o ansiedad inducidas por el LSD.

Dificultades para la integración de la experiencia: Los efectos de LSD pueden ser difíciles de integrar y manejar, especialmente cuando se combina con un fármaco como pramipexol, que tiene un potente efecto sobre el sistema dopaminérgico. Esto puede resultar en una experiencia psicológica que es difícil de manejar, potencialmente exacerbando síntomas de ansiedad o desorientación.

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    LSD

    LSD

    ¿Qué es?

    Es una sustancia psicodélica derivada del ácido lisérgico, presente en un hongo que crece en el centeno y otros cereales. También conocido como ácido, suele consumirse en pequeñas dosis líquidas o impregnadas en papel secante.

    Efectos y Riesgos:

    El LSD altera la percepción sensorial, el pensamiento y el estado emocional, generando efectos como visuales intensos, distorsión del tiempo y sensaciones de conexión o trascendencia. Aunque no es adictivo, puede provocar episodios de ansiedad, confusión o pánico (“mal viaje”). En casos extremos, podría desencadenar trastornos psiquiátricos latentes. Su consumo repetido puede generar tolerancia rápida, y los “flashbacks” o percepciones alteradas días o semanas después de su uso son posibles riesgos psicológicos.

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    Pramipexol

    Pramipexol

    ¿Qué es?

    El pramipexol es un medicamento agonista de los receptores de dopamina utilizado para tratar la enfermedad de Parkinson y el síndrome de piernas inquietas. Actúa estimulando los receptores dopaminérgicos en el sistema nervioso central.

    Efectos y Riesgos:

    Mejora los síntomas de rigidez, temblores y dificultad motora en el Parkinson, y alivia las molestias del síndrome de piernas inquietas. Puede causar náuseas, mareos, somnolencia, alucinaciones, hipotensión ortostática y, en algunos casos, comportamientos compulsivos (como juego patológico o hipersexualidad). Su uso prolongado o a altas dosis puede provocar discinesias o trastornos psiquiátricos leves. Debe ser administrado bajo supervisión médica.

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