Mezclar Dihidrocodeína y MDMA
es peligroso y te expones a un considerable riesgo.

Hay un riesgo considerable de daño físico al tomar estas combinaciones; deberían evitarse siempre que sea posible.

Tipo de sustancias: Empatógenas | Opioides

En general, la mezcla de drogas suele aumentar los riesgos y efectos impredecibles, por lo que se desaconseja, pero en cualquier caso es crucial informarse bien de antemano para proteger la salud. Nos guiamos por esta categorización de riesgos.

Efectos y riesgos

Contradicción entre efectos depresores y estimulantes: La estimulación del MDMA y la depresión del SNC por la dihidrocodeína pueden sobrecargar el sistema nervioso, provocando efectos impredecibles, como ansiedad extrema o confusión y sedación excesiva mezclada con episodios de sobreestimulación.

Mayor riesgo de depresión respiratoria: Aunque el MDMA es estimulante, su efecto no contrarresta completamente la capacidad de la dihidrocodeína de deprimir la respiración. Esto puede llevar a hipoxia (falta de oxígeno en el cerebro) y complicaciones potencialmente mortales.

Estrés cardiovascular: El MDMA aumenta la frecuencia cardíaca y la presión arterial, mientras que la dihidrocodeína puede causar una disminución de estos parámetros en ciertos casos. Estas fluctuaciones pueden aumentar el riesgo de arritmias cardíacas, hipertensión extrema o colapso cardiovascular.

Mayor riesgo de deshidratación: El MDMA puede provocar hipertermia y deshidratación, especialmente en ambientes cálidos o durante actividades físicas intensas. La sedación causada por la dihidrocodeína puede dificultar la percepción de estos síntomas, aumentando el riesgo de complicaciones graves como el golpe de calor.

Confusión y disminución del control: La dihidrocodeína puede causar somnolencia o mareos, lo que podría amplificar los efectos desorientadores del MDMA y aumentar el riesgo de accidentes o comportamientos peligrosos.

Riesgo de sobredosis: El MDMA puede enmascarar la somnolencia o sedación causada por la dihidrocodeína, lo que podría llevar a consumir dosis más altas del opioide de lo que el cuerpo puede tolerar, aumentando el riesgo de sobredosis.

¿Tienes experiencia con esta mezcla?

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Total: 1 experiencia

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Dihidrocodeína

Dihidrocodeína

¿Qué es?

Es un opioide semisintético derivado de la codeína, utilizado principalmente para tratar el dolor moderado a severo y como antitusivo en casos de tos persistente. Actúa sobre el sistema nervioso central al unirse a los receptores opioides, reduciendo la percepción del dolor y el impulso de toser.

Efectos y Riesgos:

La dihidrocodeína proporciona alivio eficaz del dolor y la tos, y su acción es más prolongada que la de la codeína. Sin embargo, puede causar efectos secundarios como somnolencia, náuseas, estreñimiento, mareos y sensación de relajación o euforia en algunos casos.

El uso prolongado o en dosis más altas de las prescritas puede llevar a tolerancia, dependencia física y psicológica. El riesgo de depresión respiratoria es significativo, especialmente si se combina con otras sustancias depresoras del sistema nervioso central, como el alcohol o las benzodiacepinas. Su uso debe estar estrictamente controlado por un médico, y las dosis deben ajustarse cuidadosamente para evitar efectos adversos graves, incluyendo la posibilidad de sobredosis. Además, es importante no interrumpir su uso de forma abrupta para evitar síntomas de abstinencia.

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MDMA

MDMA

¿Qué es?

Es una sustancia psicoactiva con propiedades estimulantes y empatógenas, conocida comúnmente como éxtasis o molly. Es sintetizada en laboratorio y utilizada principalmente en contextos recreativos.

Efectos y Riesgos:

El consumo de MDMA genera sensaciones de euforia, aumento de la empatía, energía y mayor sensibilidad sensorial. Puede elevar la temperatura corporal y la frecuencia cardíaca, además de causar deshidratación y tensión mandibular. En dosis altas o con uso prolongado, puede producir hipertermia, daños renales, alteraciones del ritmo cardíaco y neurotoxicidad. Su consumo frecuente se asocia con daños en la memoria y el estado de ánimo, además del riesgo de adulteración en sustancias adquiridas ilícitamente.

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