Mezclar Cannabis y Cortisona tiene
un incremento del riesgo y debes tener especial cuidado.

Estas combinaciones no suelen ser físicamente dañinas, pero pueden producir efectos indeseables e inesperados, como malestar físico o sobreestimulación. El uso extremo puede causar problemas de salud física. Los efectos sinérgicos pueden ser impredecibles. Se debe tener precaución al optar por usar esta combinación.

En general, la mezcla de drogas suele aumentar los riesgos y efectos impredecibles, por lo que se desaconseja, pero en cualquier caso es crucial informarse bien de antemano para proteger la salud. Nos guiamos por esta categorización de riesgos.

Efectos y riesgos

Efectos sobre el sistema nervioso central: Los corticosteroides como la cortisona pueden causar efectos sobre el estado de ánimo, como ansiedad, irritabilidad y alteraciones en el sueño, especialmente con el uso prolongado o en dosis altas. Además, pueden afectar la memoria y la concentración en algunas personas. El cannabis, dependiendo de la cepa y la cantidad, puede causar efectos como euforia, relajación, alteraciones en la percepción y la cognición, o en algunos casos, ansiedad, paranoia o alteración en la coordinación motora. Combinados, estos efectos podrían potenciase. El cannabis podría aumentar los efectos de la cortisona sobre el estado de ánimo, creando más ansiedad o nerviosismo, y a su vez, los efectos sedantes o relajantes del cannabis podrían influir en el bienestar emocional de una persona que ya esté tomando cortisona.

Efectos sobre el sistema cardiovascular: La cortisona puede aumentar la presión arterial y provocar retención de líquidos, lo que puede ser problemático en personas con afecciones cardíacas o hipertensión. El cannabis tiene efectos variables sobre el sistema cardiovascular. Puede causar un aumento temporal de la frecuencia cardíaca y presión arterial en algunas personas, lo que puede ser particularmente preocupante si ya se están tomando medicamentos que afectan el sistema cardiovascular. La combinación de cortisona y cannabis podría exacerbar los efectos sobre la presión arterial y la frecuencia cardíaca, lo que podría ser un problema, especialmente en personas con antecedentes de hipertensión o enfermedades cardíacas.

Efectos sobre el sistema inmunológico: La cortisona suprime el sistema inmunológico, lo que aumenta la susceptibilidad a infecciones. Aunque el cannabis tiene propiedades antiinflamatorias, también puede afectar el sistema inmunológico, aunque sus efectos son menos claros. Algunos estudios sugieren que el cannabis puede alterar las respuestas inmunológicas, especialmente con el consumo crónico. La combinación de cortisona y cannabis podría tener efectos combinados sobre el sistema inmunológico, lo que podría hacer que el cuerpo sea aún más vulnerable a infecciones o afectar la capacidad del sistema inmunológico para responder adecuadamente.

Efectos sobre el metabolismo y el apetito: Uno de los efectos comunes de la cortisona es el aumento del apetito y la ganancia de peso, debido a su influencia sobre el metabolismo y la retención de líquidos. El cannabis también puede aumentar el apetito en algunas personas, conocido como «munchies». Este efecto puede ser más pronunciado con ciertas cepas ricas en THC. Combinados, cortisona y cannabis podrían aumentar el apetito, lo que podría resultar en un aumento de peso significativo si no se controla adecuadamente, especialmente si ambos se usan a largo plazo.

Efectos sobre la coordinación y la cognición: En dosis altas o con el uso prolongado, la cortisona puede afectar la memoria y la concentración, especialmente en personas que ya están bajo estrés o en situaciones de salud complicadas. El cannabis puede afectar la memoria a corto plazo, la concentración y la coordinación motora, lo que puede ser problemático en situaciones que requieran habilidades cognitivas o motoras precisas. La combinación de cortisona y cannabis podría afectar la capacidad de concentración o la memoria, lo que podría ser particularmente incómodo si se necesita realizar tareas que exijan atención o precisión, como conducir o manejar maquinaria.


Además de que evitar mezclar fármacos con otras sustancias es clave, ya que podría afectar la evolución de tu enfermedad o provocar interacciones peligrosas, ten en cuenta que la sustancia que quieres tomar puede ser peligrosa por si misma para la enfermedad por la cual tomas el fármaco. Consulta siempre a un profesional de la salud.

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Cannabis

Cannabis

¿Qué es?

Es una planta que contiene compuestos psicoactivos, principalmente el tetrahidrocannabinol (THC), responsable de sus efectos recreativos y medicinales. Se consume en forma de flores secas, extractos o comestibles.

Efectos y Riesgos:

El consumo de cannabis puede provocar relajación, euforia, aumento del apetito y alteraciones en la percepción del tiempo y el espacio. Sin embargo, también puede causar pérdida de memoria a corto plazo, disminución de la coordinación, ansiedad y paranoia, especialmente en dosis altas o en personas sensibles. El uso crónico puede afectar la memoria, la motivación y la salud pulmonar si se fuma. Además, existe riesgo de dependencia, y su consumo a edades tempranas puede impactar negativamente en el desarrollo cerebral.

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Cortisona

Cortisona

¿Qué es?

La cortisona es un corticosteroide natural producido por las glándulas suprarrenales o un medicamento sintético utilizado para tratar inflamaciones, alergias, enfermedades autoinmunes y ciertos tipos de insuficiencia suprarrenal.

Efectos y Riesgos:

Reduce la inflamación y suprime la respuesta inmune. Puede causar retención de líquidos, aumento de peso, hipertensión, insomnio, cambios de humor y debilidad muscular. Con uso prolongado o en dosis altas, los riesgos incluyen osteoporosis, síndrome de Cushing, diabetes inducida por corticosteroides y supresión de la función suprarrenal. Su uso requiere supervisión médica, especialmente en tratamientos prolongados o en personas con enfermedades crónicas.

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