Contradicción de efectos: La cafeína es un estimulante que aumenta la alerta y la energía, mientras que la codeína es un opioide que puede inducir somnolencia y aliviar el dolor. Esta combinación de efectos puede generar una sensación contradictoria: por un lado, la cafeína intenta mantenerte alerta, mientras que la codeína induce relajación y somnolencia.
Riesgo de sedación excesiva o sobreactivación: Si se consumen dosis altas de ambos, el cuerpo puede reaccionar de manera impredecible, llevando a somnolencia excesiva o, en el otro extremo, a una sobreexcitación y nerviosismo por la cafeína. En casos raros, esto podría causar dificultad para concentrarse o sentirte física o mentalmente desequilibrado.
Posible reducción de los efectos analgésicos: La cafeína, en ciertas combinaciones, puede aumentar la eficacia de algunos analgésicos. Sin embargo, en el caso de la codeína, la cafeína podría contrarrestar parcialmente los efectos sedantes y analgésicos de la codeína, limitando su efectividad para aliviar el dolor.
Riesgo de dependencia y tolerancia: Ambas sustancias pueden generar dependencia si se consumen con regularidad. Si se usan en exceso, se corre el riesgo de desarrollar tolerancia, lo que puede llevar a un aumento en las dosis y a una mayor probabilidad de efectos secundarios o complicaciones.