Interferencia con la experiencia psicodélica: Las benzodiacepinas son depresores del sistema nervioso central que reducen la actividad cerebral, incluyendo la intensidad de las emociones y la ansiedad. Esto puede contrarrestar o mitigar los efectos psicodélicos y emocionales de la ayahuasca, disminuyendo la profundidad de la experiencia que se busca con su uso. En consecuencia, los beneficios introspectivos o terapéuticos de la ayahuasca pueden verse limitados.
Alteración en el proceso de purga emocional: La ayahuasca provoca a menudo una purga emocional y física intensa que es parte del proceso de sanación o exploración personal. Las benzodiacepinas pueden suprimir estas respuestas, dificultando que el usuario experimente y procese las emociones de manera efectiva.
Mayor riesgo de confusión y letargo: Las benzodiacepinas pueden causar sedación, confusión mental y una disminución de la claridad cognitiva. Cuando se combinan con la ayahuasca, estas características pueden aumentar, llevando a una sensación de desconexión, dificultad para recordar o integrar la experiencia y una menor capacidad para mantener la atención en el proceso.
Efectos físicos adversos menores: Aunque no es común que la combinación de ayahuasca y benzodiacepinas cause problemas físicos graves, puede haber un aumento en la somnolencia, mareos o un ligero malestar físico debido a los efectos depresores de las benzodiacepinas sobre el sistema nervioso central.