Riesgo cardiovascular y presión arterial: Tranilcipromina puede causar un aumento en los niveles de norepinefrina, lo que puede elevar la presión arterial. En algunas personas, esta elevación puede ser significativa, sobre todo si ya están tomando otros medicamentos o tienen condiciones preexistentes que afecten la presión arterial. Por otro lado, el ibuprofeno puede tener un efecto antagonista sobre los efectos hipotensores de otros fármacos, debido a su acción sobre los riñones y su capacidad para interferir con la renina-angiotensina-aldosterona, lo que podría elevar la presión arterial en algunas personas. La combinación de ambos podría resultar en fluctuaciones en la presión arterial, lo que puede ser especialmente riesgoso para personas con antecedentes de hipertensión o problemas cardiovasculares.
Riesgo gastrointestinal: Ibuprofeno puede irritar el tracto gastrointestinal y, con el uso prolongado o en dosis altas, puede causar úlceras gástricas o sangrados. Los IMAO como la tranilcipromina no tienen un efecto directo en el tracto gastrointestinal, pero el estrés adicional en el sistema (como la posibilidad de hipertensión o efectos sobre la función hepática) podría aumentar el riesgo de efectos adversos gástricos. Aunque el riesgo gastrointestinal con esta combinación no es tan elevado como con otros medicamentos, debe ser monitoreado en personas que ya tengan antecedentes de úlceras o problemas estomacales.
Efectos sobre el sistema nervioso central: Aunque ibuprofeno no tiene efectos directos sobre el sistema nervioso central (SNC), la combinación con tranilcipromina puede tener efectos indirectos, debido al posible aumento en los niveles de serotonina y dopamina. Esto podría contribuir a una mayor irritabilidad o ansiedad en algunas personas, aunque el riesgo no es tan alto en este caso.